En el horizonte europeo, se erige una visión audaz y encomiable: la eliminación de víctimas en las carreteras para el año 2050. Tal determinación ha impulsado la implementación de regulaciones estrictas y tecnologías de vanguardia en el ámbito vehicular. No obstante, mientras Europa traza una ruta hacia una seguridad vial envidiable, Latinoamérica se enfrenta a obstáculos significativos en su travesía hacia una cultura vial equiparable.
Europa ha demostrado su firme compromiso con la seguridad vial al instituir regulaciones como el GSR (General Safety Regulation), que establece estándares para sistemas de seguridad avanzados en todos los vehículos, incluyendo aquellos destinados al transporte público.
Normativas específicas como el R151 y el R159 abordan problemáticas tales como los puntos ciegos y la detección de peatones y ciclistas.
¿Por que es importante? Debido al largo actual de los buses, el contacto visual con algunas de las partes frontales y laterales del vehículo se pierden durante los giros o paradas, pudiendo ocasionar arrollamientos a ciclistas y peatones o impactos con otros vehículos o equipamiento urbano.
Empresas líderes como Movon y Lytx ya han desarrollado soluciones que previenen colisiones, detectan hábitos en la conducción y mejoran la seguridad de los usuarios vulnerables en nuestras vías.
La tecnología nos ayuda a aumentar el nivel de seguridad de nuestros automóviles, y las nuevas y avanzadas funciones de seguridad obligatorias seguirán contribuyendo a reducir el número de víctimas de accidentes.
Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para Una Europa Adaptada a la Era Digital
Por su parte, en Latinoamérica, la situación reviste una mayor complejidad. Aunque existen regulaciones y esfuerzos por promover la seguridad vial, la implementación y el cumplimiento varían considerablemente entre naciones.
La cultura vial, las deficiencias en infraestructura y la limitación de recursos pueden desacelerar la adopción de tecnologías avanzadas y la materialización de un entorno seguro para todos.
La consigna de «cero víctimas» en las carreteras no debe ser una prerrogativa exclusiva de Europa. No obstante, en muchos países latinoamericanos, la seguridad vial suele quedar en segundo plano, eclipsada por otras prioridades.
La carencia de sistemas de seguridad avanzados en flotas de transporte público y la coexistencia con elevadas tasas de accidentes y fatalidades subrayan una brecha considerable en comparación con la resolución europea.
Es imperativo reconocer que Latinoamérica enfrenta desafíos propios y específicos, no obstante, esto no debe constituir un impedimento para aspirar a un ambiente vial más seguro. La colaboración entre el sector público y privado, la educación vial y la inversión en tecnologías pueden marcar una diferencia trascendental. Al igual que Europa ha conquistado logros notables, los países latinoamericanos también pueden establecer regulaciones y adoptar tecnologías que disminuyan los puntos ciegos, detecten usuarios vulnerables y prevengan colisiones.
Los datos son contundentes, el 94% de los accidentes de tránsito encuentran su origen en errores humanos. Esta cifra enfatiza la responsabilidad colectiva que debemos tener para reducir estas cifras y crear un entorno vial más seguro para todos.
Pablo Diaz – Gerente Comercial y de nuevos negocios en Blackay.
Europa convierte en obligatoriedad lo que hasta ahora era una recomendación. ¿Esperaremos lo mismo en Latinoamerica?
En resumen
A pesar de estas diferencias, es crucial que en Latinoamérica también abracemos la seguridad vial y adoptemos tecnologías preventivas para reducir accidentes y víctimas. La toma de conciencia y la colaboración público-privada emergen como pilares fundamentales para crear un entorno vial más seguro en ambas realidades. En definitiva, trabajemos unidos hacia el objetivo compartido de carreteras más seguras y protegidas para todos.
Sobre Blackay
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A través de sus colaboradores de transporte empresas como BHP, Anglo American, Codelco, Lumina Copper Chile, Marcopolo, Kauffman confían cada día en las soluciones de Blackay para reforzar la seguridad en las rutas y tomar decisiones informadas, con mayor eficiencia y gestión.
Blackay está impulsando la adopción de tecnología de gestión de riesgos y asistencia al conductor. El equipo comparte tecnología innovadora y recomendaciones que ayudan a trazar un futuro con menos accidentes para sus clientes.
Como distribuidor de valor añadido, Blackay ofrece la cartera más completa y diversa de soluciones de sistemas de asistencia al conductor, incluyendo Movon, Geotab, EnrouteQ, Gowit, Caredrive, Jack, Lytx, Lightfoot y Pulsar informatics.
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